Foto retirada do El País
... el cuerpo adolescente de Maribel Verdú exhibía una lencería sugerente, mínimas bragas caladas, un sostén rebosante y un mohín oferente entre ingenuo y malvado en los labios. Era entonces Maribel una modelo publicitaria explosiva de 13 años, un auténtico pastel de carne.
1 comentário:
Para mim, pastéis de carne, só os do restaurante Santo Amaro, na Sertã, passe a publicidade.
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