07 julho 2009

putamadre






Su mirada inquisitiva e inocente, siempre fija en los ojos del interlocutor, recuerda a las de las mujeres africanas que acaban de cruzar el mar en patera. Se escribe de ella que es una prostituta, como denigrándola. Ella confirma sin tapujos que ése es su oficio, y responde con la verdad que todos saben y callan: "No entiendo la diferencia entre prostituta y velina".

El País, todo por las putas.

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